Arrojar el aceite usado de cocina por el lavaplatos o botarlo con los demás desechos en la basura son costumbres casi que ancestrales en Colombia.
En 2015, según la Asociación Colombiana de la Industria de Grasas y Aceites Comestibles (Asograsas), el país alcanzó una producción total de 804.478 toneladas de aceite, de las cuales 539.815 fueron en aceites refinados puros y mezclados, seguido de margarinas con una producción de 209.702 toneladas y 54.961 toneladas de grasas hidrógenas y mantecas.
De esa cantidad no se sabe con certeza cuánto de este aceite va a parar a las alcantarillas, ríos o a otros ecosistemas.
Hablar del reciclaje de aceite de cocina es relativamente nuevo en el mundo. La mayoría de colombianos, por ejemplo, desconocen cuál debería ser la manera correcta de disponerlo para no contaminar el ambiente, según el Gobierno.
“Es una mala costumbre verter el aceite usado en el sifón porque llega al alcantarillado y no permite que el proceso de tratamiento de aguas residuales sea adecuado. Lo más grave es cuando este aceite va a parar a los ríos porque elimina el oxígeno del agua causando afectaciones graves a la vida de los ecosistemas”, explicó Carlos Jairo Ramírez, director del grupo de Sostenbilidad de los sectores productivos del Ministerio de Medio Ambiente.
Otro método utilizado en la mayoría de familias colombianas consiste en botar a la basura el aceite de cocina usado, que según Paola Ferro, ingeniera ambiental, genera más contaminación y deterioro en los suelos cuando este va a parar a los rellenos sanitarios.
Sin embargo, existen algunas iniciativas, sobretodo en Cali y Bogotá, que con muy pocos sitios de recepción logran recoger toneladas de este líquido al año que luego se convierte en biodiesel (combustible).
En Bogotá hay cerca de 30 puntos de recolección localizados en diversas zonas. Uno de los primeros fue el centro comercial Palatino, en el que recolectan al mes más de 200 litros.
Hasta este lugar llegan las amas de casa y en general las personas con los tarros de aceite usado de cocina para depositarlo en un barril grande, ubicado en un punto verde de uno de los parqueaderos.
“Este punto verde lo tenemos desde hace seis años. La gente del sector ya está familiarizada con él y nos traen el aceite usado, además de otras cosas para reciclar”, dijo Ferro.
Esteban Benavides, gerente de Greenfuel, compañía que recoge el aceite de este centro comercial, reportó que en 2012 generaron 2.200 toneladas de biodiesel a partir del aceite de cocina usado. Hoy producen más de 5.500 toneladas.
“Vamos a cada uno de los generadores del aceite, lo recogemos sin derrame, sin quemaduras. Luego lo llevamos a una planta en Soacha, Cundinamarca, y se hace limpieza y lo convertimos en biodiesel”, explicó Benavides.
Cuenta que cuando hay demanda de este combustible en Colombia exportan el aceite usado a España y ellos se encargan del proceso químico para generar biodiesel.
El Gobierno dice que trabaja en un diagnóstico que le permita estimar la cantidad anual de aceite de cocina usado en Colombia y cuánto de este afecta al ambiente.
Se planea también realizar una política pública de responsabilidad extendida al consumidor y programas de posconsumo.
El año pasado se radicó el Proyecto de Ley 08/2016 el cual propone los requerimientos para la disposición ambientalmente segura de este tipo de residuos y establece las obligaciones de recolección y reciclaje de los mismos.